En la Construcción 4.0, sobre tecnología ya existente, los procesos se transforman en procesos industrializados 4.0. La maquinaria es vector del cambio.
El enfoque Lean, liderado por Bjornson and Stehn (2004), consiste en «la reducción drástica de actividades de construcción con personas en la propia obra para mejorar la eficiencia de los procesos y la seguridad de los mismos a través de mejoras en los sistemas de planificación, la creación de sistemas constructivos modulares y la automatización de operaciones en la obra».
Actualmente, las tareas realizadas por los robots en los procesos de construcción son sencillas. La historia de la industria de la construcción muestra que cualquier innovación (investigación) en la construcción y con tecnología requiere, por lo menos, una generación para establecerse.
Un triple enfoque
Desde Itainnova –donde hemos trabajado y reflexionado durante estos últimos años en colaboración con la Asociación Nacional de Fabricantes de Maquinaria de Obra Pública, Construcción y Minería (ANMOPYC)–, proponemos un triple enfoque para la Construcción 4.0 en el que participan la tecnología, las personas y el negocio. No podemos entender la tecnología como algo ajeno a las personas y sus necesidades. Los negocios deben interiorizar esta premisa para poder crecer. Con la Construcción 4.0 cambiarán los profesionales del sector y cambiarán los modelos de negocio de las empresas con un claro foco: el cliente.
Al igual que ocurre con la Industria 4.0, la Construcción 4.0 es un término que empieza a estar sobreexpuesto y, en ocasiones, se toman como 4.0 cosas que no lo son. No es Construcción 4.0 una evolución de un software comercial. Ni cambios donde prevalecen modelos empresariales convencionales. Tampoco iniciativas que no integran tecnologías emergentes, especialmente las que carecen de tecnologías relacionadas con internet o el tratamiento masivo de datos. No será Construcción 4.0 si no se centra en la obra como factoría o si no nace del I+D+i.
- La interoperabilidad de los medios humanos y materiales mediante el uso de internet de las cosas, ‘cloudcomputing’ y robótica.
- La virtualización de los procesos para la mejora de los mismos.
- La descentralización de la toma de decisiones.
- El uso de información en tiempo real para la toma de decisiones.
- Una clara orientación de servicio al cliente.
- Y, relacionado con ello, la modularidad para flexibilizar al máximo la respuesta en la obra.
Pero ¿existen ya profesionales con competencias suficientes para utilizar en la obra cascos de realidad aumentada? ¿Nuestros procesos constructivos están pensados para aprovechar las tecnologías inmersivas? La tecnología ya da respuesta a los retos de la construcción del futuro. Ahora ‘solo’ falta que se parezca a una industria manufacturera y, en ese desafío, las nuevas competencias profesionales de las personas y los nuevos modelos de negocio tendrán gran influencia en el éxito de esta transformación.
- Interoperabilidad El proyecto Cohesion, del FP7, planteaba el desarrollo de una sistema de apoyo a la toma de decisiones de código abierto, diseñado para optimizar los procesos de suministro de hormigón, con un protocolo de comunicación estandarizado para asegurar la interoperabilidad entre las diferentes máquinas y equipos.
- Coordinación de medios El proyecto europeo Smart Site, liderado por la empresa suiza Ammann, está desarrollando un sistema de gestión inteligente de obras para la construcción y mantenimiento de infraestructuras de carretera que integra sensores, tratamiento de información y modelos 5D o BIM. Este sistema resuelve en tiempo real imprevistos en la cadena de suministro del material con el que se hacen las carreteras. Por ejemplo, un atasco en la carretera para el camión que trasporta el material o un descenso repentino de la temperatura en la puesta en obra.
- Nuevos conceptos de máquina Atlas Copco es una máquina de demolición de infraestructuras con agua a alta presión. Aunque incorpora tecnología de realidad aumentada para el trabajo en obra, lo realmente novedoso es que absorbe el agua y el material demolido, a través de su separación, permitiendo la reutilización de ambos, de forma que, convierte el material constructivo en polvo y lo empaqueta en bolsas que son transportadas para su uso en fábricas de prefabricados.
- Decisiones en tiempo real Introduciendo tecnologías 4.0, como la simulación, tratamiento masivo de datos o el internet de las cosas, Robotúnel pretende ser punta de lanza en las prospecciones geológicas previas a la construcción de un túnel. El objetivo es ser capaces de tomar decisiones en tiempo real durante el proceso de construcción de túneles con base en la información que va generando la máquina, un nuevo concepto en el que trabaja Itainnova junto con la constructora Vias y Anmopyc.
- Procesos industrializados Mediante el proyecto Autodump, estos tres mismos socios desarrollan tecnología para, con los equipos existentes, transformar el proceso de desescombro en un proceso más industrializado. La idea es desarrollar un kit que, incorporado a un dúmper actual, le dote de conducción automática e interoperabilidad con el resto de máquinas y equipos que actúan en el desescombro. El objetivo final, quizás utópico, es que este proceso esté plenamente optimizado, tanto en eficiencia, como en términos de calidad y seguridad. Dedicando a los operarios a otras tareas donde aporten más valor.
Fuente de la noticia: http://www.heraldo.es/noticias/suplementos/tercer-milenio/itainnova/2016/12/21/las-obras-factorias-del-futuro-1149321-2121031.html